Muchas veces cuando oyes hablar de Dios te parece que es algo lejano a ti, o no comprendes lo que te tratan de decir sobre él. Muchas otras veces lo entiendes pero aun lo sientes lejano y como crees que es algo que no tiene que ver contigo, escuchas de Dios pero no lo buscas.
Posiblemente haz escuchado a muchos que te dicen que busques a Dios, pero ¿Por qué será necesario buscarlo?
Bien la respuesta es muy sencilla, imagina un desierto muy grande en el que viven serpientes y alacranes además de otros depredadores. Imagina también que dos hombres van a cruzar el desierto cada uno por su camino, a medio camino los dos hombres se dieron cuenta de que no tenían agua para el camino así que se detuvieron a pensar un momento.
El primer hombre que se detuvo pensó “Tengo sed, debo buscar agua porque sino no llegare al final”, así que con este pensamiento se desvió de su camino y fue en busca de agua. El segundo hombre se detuvo también y pensó “Tengo sed, pero ya casi llego, creo que puedo solo llegar al otro lado”. El primer hombre encontró agua y tomo mas para su camino y al final de su viaje llego a una inmensa selva en donde el agua era abundante y los frutos eternos. Mientras que el segundo hombre después de avanzar durante poco tiempo cayo rendido de calor y murió a falta de agua en medio del desierto en donde lo comieron sus depredadores.
El desierto podemos entender es como la vida en la que los depredadores siempre están a espera de atacar, el hombre es cada persona en su caso individual y el agua es Dios. Entonces podemos entender esto, quienes van por la vida buscando a Dios lo encontraran y podrán continuar su camino no solo en esta vida sino en la que viene que ha de ser mejor y mas que esta. Aunque también están los hombres que sabiendo que necesitan de Dios no lo buscaron ni lo buscaran, ellos hallaron la muerte porque la vida no estuvo en ellos.
Así que reflexiona un momento:
¿Crees tú que necesitas del agua viva de Dios?