viernes, 18 de mayo de 2012

Pentecostés

En la fiesta de Pentecostés celebramos uno de los regalos de Dios que mas nos ayuda todos los días, el Espíritu Santo.



Es importante que en este tiempo busquemos al Espíritu Santo, que pidamos a Dios que nos ayude a que el Espíritu Santo sea el que guie nuestras vida por los senderos correctos.
En la sociedad actual es evidente para cualquiera que la búsqueda de la verdad fue cubierta con la mercadotecnia, con la violencia, la drogadicción, la corrupción y con muchos otros símbolos que representan completamente lo opuesto a la verdad que es el amor. La sociedad no permite que vemos mas lejos de nuestras narices, pero el Espíritu Santo si puede mostrarnos lo que hay mas lejos. Él puede enseñarnos a amar a Dios, amarnos a nosotros mismos, a amar a los demás.
Es algo seguro que en una sociedad en donde el amor reina, no existen las discusiones ni la mediocridad que son problemas cotidianos a los que se enfrentan las naciones del mundo. Aunque es valido soñar es también cierto que una sociedad de ese tipo debe de construirse con esfuerzo.
Para que entiendas un poco de porque el Espíritu De Dios es tan importante imagina que Él es como agua para tu cuerpo, obviamente mientras mas avances mas necesitaras del agua y sin ella seguramente morirías, pero si tomas aguas podras seguir viviendo, ÉL es quien da la vida. Por esa razón Dios Espíritu Santo también es conocido como Señor y dador de vida.
Cuando invocamos al Espíritu de Verdad debemos saber que Él ya esta en nuestro corazón, pero nosotros decidimos si queremos que el siga haciendo de nuestro corazón su hogar o no, los que deciden guiarse por Él encuentran muchas cosas, incluidos los 7 dones del Espíritu Santo, los frutos y los carismas. De estos es muy importante que tengamos los 7 dones pues hacen que nuestra persona sea cada vez mas fiel a Dios y mas llena de amor.
Los siete dones son:
  • Temor de Dios
  • Sabiduría
  • Entendimiento
  • Consejo
  • Piedad
  • Fortaleza
  • Ciencia
En este pentecostés no olvides pedir a Dios que mande su Espíritu para que la paz reine en nuestro corazones y logremos la civilización del amor.